Una reflexión irónica sobre la intolerancia, la dicotomía entre pecado y belleza, entre misericordia y castigo, y las relaciones entre hombre y mujer como dos seres destinados a entenderse desde el principio. Manuel Ríos San Martín nos introduce en Donde haya tinieblas un thriller pausado que sacará a la luz lo peor de la naturaleza humana.
Solo un asesino en serie en tiempos de Instagram hará que dos policías se pongan de acuerdo: él, un boomer chapado a la antigua; ella, una milenial con ganas de cambiar el mundo
Una modelo de diecisiete años a la que le falta el ombligo desaparece en Madrid. Los inspectores Martínez y Pieldelobo se hacen cargo de la investigación, pero chocan desde el primer momento. Él es un padre cincuentón y caótico, tierno pero mordaz y un tanto anticuado; ella, una milenial combativa, inteligente y feminista.
Mientras recorren por España lugares misteriosos y templos en apariencia tranquilos, surgen dos hipótesis para desenmascarar a un asesino en serie: o la mafia rusa está detrás de una red de prostitución de lujo o hay un psicópata religioso que pretende enmendarle la plana al mismo Dios.
Mi valoración personal:
Manuel Ríos San Martín nos presenta su suevo libro Donde haya tinieblas un desconcertante thriller que atrapará como consiguen las grandes novelas policiacas. Manuel no solo es conocido en el mundo de la letras con sus libros La huella del mal o círculos sino también en la pequeña pantalla como guionista de series tan famosas como Compañeros o Farmacia de guardia.
La famosa modelo rusa Karolina Mederev desaparece en Madrid y los inspectores Martínez y Pieldelobo serán los encargados de hacerse cargo del caso. Y con esta premisa iremos viajando junto esta peculiar pareja de investigadores. Martínez un cincuentón que se pierde en sus propios pensamientos y que intenta estar a día de redes sociales pero que le viene demasiado grande, un padre de familia que tiene un pensamiento un poco más arcaico. Pieldelobo es todo lo contrario que su compañero, una joven feminista que se ha forjado un lugar en el cuerpo de policía y que intentará encajar con su compañero a base de roces y discusiones que alguna vez lleva al lector a pensar con cada tema que se saca. Ambos tienen que encontrar el punto de equilibrio para poder resolver este caso.
La trama de la novela se centra en la religión y como Manuel ha sabido ir poniendo a cada victima relacionada con la biblia para mantenernos pegados a sus paginas y descubrir quien está detrás de estos crímenes religiosos.
Con una narración ágil, capítulos cortos y un lenguaje sencillo, Donde haya tinieblas se convierte en ese típico libro que devoras en un par de días, pero he de decir que al principio del libro avanza con mucha más agilidad que llegado a la mitad, que se estanca en un ir y venir de diálogos que hace que la resolución del caso no sea tan rápida como en un principio parece que va a ir.
La relación de los dos investigadores está llena de clichés que pese que no soy fan de ellos, tengo que decir que no me han llegado a molestar en demasía.
La resolución del caso no es algo nuevo de hecho me lo podía esperar, pero aun así me ha gustado como queda resuelto.
En conclusión, un libro que trata temas tanto de las redes sociales, la mafia rusa pero que se centra en el pacado y el concepto de religión donde la venganza va muy de la mano en todo ello. Un libro que recomiendo para todos los amantes de un buen thriller.
