Valladolid, 2019. Sara Robles es la encargada de investigar un macabro crimen, además de lidiar con sus problemas cotidianos relacionados con su adicción al sexo y superar la ruptura con Sancho, su excompañero. Mientras tanto el espantapájaros, una misteriosa cabeza pensante, ha orquestado un robo perfecto, junto a un exminero, un pocero y un sicario, y está a punto de llevarlo todo a cabo a través de los alcantarillados de la ciudad.
Pero no todo sale como está previsto, las cosas empiezan a torcerse para el espantapájaros y nada de lo que había planeado sale como tenía planeado.
Mafias rusas, drogas, tráfico de arte, un gran robo y muertes por doquier, ¿conseguirá sara atrapar al criminal perfecto?
Mi opinión:
Con La suerte del enano me estreno en el mundo de César Pérez Gellida. A priori parece una novela más sobre un asesinato y un robo, pero adentrándonos en las páginas de este orquestado thriller ha sido toda una experiencia.
Un desarrollo trepidante, bien narrado donde sus capítulos nos conducen sin remedio a seguir avanzando en su lectura pero que para mi gusto iba perdiendo fuerza conforme avanzaba la historia.
Comenzamos con el hallazgo de una mujer muerta de forma dantesca en un piso de Valladolid, como testigo principal de los hechos está su sobrino quien se la encuentra muerta en la bañera. Justo en esos mismos momentos, en el subsuelo de la ciudad se está gestando un perfecto robo: el asalto al Museo de la escultura de Valladolid.
La primera parte del libro es una sucesión de acontecimientos. El asalto al museo, los ajustes de cuentas entre los que organizan el robo y la cantidad de crímenes que se van cometiendo hace que no tengas tiempo para respirar, pero todo se ralentiza pasada la segunda parte donde las relaciones personales priman más bajo mi gusto.
Los personajes tanto secundarios como principales tiene una personalidad muy definida. Sara, mujer independiente, solitaria y adicta al sexo todo ello combinado con sus problemas para superar una ruptura. Ha sido un personaje con el que poco o nada he empatizado. Sin embargo, el personaje con el que más he disfrutado ha sido el espantapájaros, némesis de Sara, un “malo” que dota a la novela de ese personaje carismático e incluso con un punto de humanidad.
En cuanto a la historia, he tenido altibajos conforme iba avanzando. Si bien es cierto que la historia del robo y como se iba maquinando y desentrañando todo me ha encantado, las escenas violentas y de “matar por matar” las encontraba en algunos puntos desagradables.
En conclusión, un thriller trepidante pero que bajo mi humilde opinión no he encontrado con esos giros tan inesperados como cabría esperar en un libro de estas características.
Porque a la suerte y a la muerte tan solo les diferencia una letra
