Una investigación ardua y fascinante, en la que casi nada es lo que parece.

El secuestro de la hija de Antonio Couso, uno de los empresarios más influyentes del país, sacude la tranquila población de Cambados, en el corazón de las Rias Baixas. La investigación, a cargo del recién llegado inspector jefe Hernández, cuenta con la presión añadida de unos medios de comunicación hambrientos de titulares.

Un matrimonio opaco, miembros del servicio de seguridad con oscuros secretos, un abogado con exceso de celo y socios pertenecientes a la mafia europea enturbian un complicado caso, en el que Tomás Hernández y su equipo tendrán que ir descartando sospechosos uno a uno. Además, la sombra de un asunto pendiente se hace presente en la vida del inspector jefe.

Expediente Couso nos sumerge en una investigación ardua y fascinante, en la que casi nada es lo que parece. Intuición y veteranía serán las herramientas imprescindibles para que el inspector Hernández consiga arrojar algo de luz sobre este enigmático crimen.

Mi valoración personal:

Segundo caso para el equipo de Tomás Hernández. Con Negra sombra descubrimos el primer caso de Tomás en tierras gallegas y ahora vuelve con una nueva investigación de nuevo por las tierra de las meigas donde casi nada será lo que parece.

Cristina la hija de un influyente empresario gallego ha sido secuestrada, esta será la trama central de Expediente Couso de la que no os quiero contar mucho más que lo que pone en su sinopsis ya que creo que es mejor que el mismo lector se vaya zambullendo en el libro sin ninguna información exterior.

Expediente Couso me ha parecido un libro mejor construido que su antecesor, se nota un madurez a la hora de realizar una buena trama donde cada capitulo no va atrapando cada vez más y encajando todo a la perfección.

La ambientación es parte importante y Alberto logra que sea una perfecta atmósfera que complementa la lectura.

En conclusión un libro que te mantendrá enganchado y que os animo a conocer y darle una oportunidad para que sigamos teniendo más casos de Tomás Hernández.